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Experiencia sanitarios voluntarios en Malawi

Lo cierto es que no sabemos muy bien ni por dónde empezar ni muy bien lo que se espera de este escrito, pero lo haremos lo mejor posible para que la gente se pueda imaginar cómo se desarrolla el día a día en el Kamuzu Central Hospital.

El grupo se levanta a las 6:00 am., o antes, en función de si el insomnio provocado por el lariam (antipalúdico) te afecta más o menos y del día de la semana, ya que a lo largo de la misma las fuerzas van en claro descenso. El desayuno nos lo tomamos como un ritual; es una necesidad, sí, pero también una buena forma de desperezarse y poder afrontar el largo día. Café, tostadas y fruta no pueden faltar. Al terminar y con más o menos prisas, enfilamos rumbo al Hospital que, dependiendo de si elegimos tuctuc o nuestras preciosas piernas, variará entre 10 y 20 minutos.

Ya en el Hospital, nos cambiamos en un cuarto ocupado desde el primer día por nosotros y que usamos tanto de vestuario como de almacén; y lo cierto es que, aunque la puerta está permanentemente abierta y la gente circula por allí a sus anchas, a nosotros nunca nos falta nada. Completamente cambiados, con nuestro perenne pijama azul, irrumpimos en la sala de conferencias –y, decimos “irrumpir”, porque las carcajadas y nuestra verborrea preceden a cualquiera de nuestras entradas-. Aclarar también que “sala de conferencias” suena mucho más rimbombante que la sencilla realidad de una mesa con sillas, unos bancos rodeando los bordes de la habitación y un amable cartel que agradece apagar el aire acondicionado al salir y no robar las cortinas.

 

Zaragoza Malawi

Pilar trabajando en Malawi

 

En una esquina de la mesa se sitúan los tres Clinical Officer que han hecho la guardia, quedándose al cargo de aproximadamente 300 niños, desde las 6:00 pm. hasta las 8:00 am., incluyendo pacientes tanto de la UCI y la Emergency Zone, donde se encuentran los más críticos, como del Ward B y C. Estos tres cuentan -uno a uno- las muertes ocurridas en su guardia a los adjuntos de medicina que están situados en el otro extremo de la mesa. Estos últimos les intentan hacer ver qué se podría haber hecho mejor para evitar la muerte del paciente y resaltan lo que se ha hecho mal, procurando de esta forma que no ocurra de nuevo, lo cual no siempre surte efecto.

Nosotros nos colocamos en los bancos corridos de alrededor de la sala, escuchamos atentamente la sesión junto con otros Clinical Officer y estudiantes de medicina allí presentes, y -una vez acabada- acudimos al Ward A, donde pasamos estos dos intensos meses. Antes de seguir, explicar que la figura del Clinical Officer es la de un “médico” con tres años de formación, preparado para afrontar las enfermedades más comunes. Ni que decir tiene, que esta preparación es totalmente insuficiente, aunque cubren con su labor la incapacidad del país para formar tantos médicos como serían necesarios.

 

Malawi banco de sangre

Banco de sangre Malawi

 

Hecha esta aclaración, pasamos a ver la disposición del Ward A para que os podáis hacer una idea de cómo es nuestro lugar de trabajo: un rectángulo muy mal ventilado, de 7×30 m. aproximadamente. En uno de sus extremos se encuentra la Emergency Zone (cuatro camillas para aquellos más críticos, con acceso a oxígeno, y en las que se pueden colocar hasta cuatro o cinco niños en cada una, siempre dependiendo del tamaño de los mismos). Por otra parte, se hallan en las alas de esta habitación once camillas y tres cunas, todas ellas ocupadas al máximo del espacio disponible, es decir, de tres a cinco niños en cada una.

Una vez allí y, si la Emergency Zone no está demasiado llena, o los enfermos se encuentran controlados dentro de su gravedad, comenzamos a ver pacientes desde la que ha llegado a denominarse la Spanish Corner. De este modo, a aquellos convalecientes que han mejorado del día anterior, se les puede mandar al Ward B o al Área de Nutrición en función de sus necesidades, vaciando huecos en previsión de ser ocupados por nuevos niños más graves que llegarán como un goteo a lo largo del día. Lo más habitual es que el paciente tenga malaria y, probablemente, alguna otra enfermedad solapada; pero sin lugar a dudas, el gran mal del país es la Malaria.

La anemia que produce esta enfermedad, deja al niño hipoxémico, prácticamente en coma. La solución -hasta que la medicación haga efecto y acabe con la malaria- es sencilla: sangre. Pero, aquí, nada es tan fácil. Si un niño está en shock y no puede esperar ni media hora, será tarea de alguien (da igual pediatra que enfermera), el coger una caja con hielos y plantarse en el laboratorio hasta que por pesado te den ese preciado líquido. Incluso así, esto lleva su proceso y no siempre se vuelve a tiempo del laboratorio, con la frustración que esto genera. Pero debes seguir; seguramente tengas otro niño en shock, muy necesitado de oxígeno, sangre o antibióticos. Estos últimos se dividen en dos tratamientos: penicilina+gentamicina o ceftriaxona; pero, ¡ojo!, la ceftriaxona es un bien preciado: ¡no se malgasta!

 

Sanirarios Malawi Zaragoza

César donando sangre

 

A medida que la mañana avanza y una vez vistos todos los pacientes, hacemos una segunda ronda con el médico adjunto al cargo para revisar tratamientos y acciones terapéuticas. Si el día es bueno, nos podremos ir a comer antes de que se acaben las existencias de pollo; pero, como esto no suele ocurrir, pronto aprendes a llevar comida de casa. Generalmente, este es un buen momento: la sala se encuentra medio vacía ya que los pacientes en mejor estado se han ido a otras áreas, las madres a por la comida proporcionada por el hospital, los estudiantes de medicina y enfermería han desaparecido y el Ward queda en calma. Salimos casi siempre sonriendo y bromeando con que “hoy será un buen día”; aunque pronto te das cuenta de que lo peor viene después de comer, cuando además tus fuerzas flaquean.

 

Banco de sangre

Marta con el banco de sangre

 

Hay días donde el goteo de pacientes graves se convierte en un aluvión. Tener las camillas a reventar de niños y que vengan varias madres, ya de otra camilla ya de fuera, con su hijo en brazos, inconsciente o convulsionando… estresa bastante. Le haces hueco como buenamente puedes y lo atiendes como mejor sabes. A veces, no es suficiente; pero es lo mejor que tienen, y ellas lo saben. No pueden elegir, no tienen segunda opción. Te traen a su hijo o nieto con esperanza…, y esperarán; incluso cuando ven que le rodean a su hijo médicos y enfermeras…, esperarán; y si alguien empieza a comprimir ese pequeño pecho…, esperarán; y cuando todo se pare y nos separemos del niño…, esperarán hasta que de sus labios sólo salga un grito ahogado cuando alguien consiga traducirle en Chichewa que no se puede hacer nada más. Es en ese momento cuando hay dos formas completamente opuestas de responder: con un rictus duro e impasible que incluso puedes confundir con indiferencia, junto con una mirada que hiela, fija en su niño; o con gritos, llantos desgarrados que retumban por el pasillo -da igual lo lejos que se lleven a la madre.

Zaragoza Malawi

Marta trabajando en Malawi

Cuando esto ocurre, el Chitenyi, o mejor dicho, esa tela multiusos que sirve para limpiar, ir al mercado o colgarte a tu hijo a la espalda, adquiere un uso final y ejerce de mortaja. Se cubre al paciente y se deja en el mismo lugar hasta que vienen a recogerlo. No tardan mucho, pero la imagen de un cuerpo inmóvil cubierto, junto con otros niños, en la misma camilla, es terrible.

Sin embargo, no todo es drama. En el Ward se encuentra un acompañante por niño. No hay espacio para más; y todas y cada una de estas madres te roban el corazón en un segundo. Nunca tendrán una mala palabra o un mal gesto hacia ti. Tienen fe ciega en lo que haces, y que lo haces por y para su pequeño. ¡Es tan fácil sacarles una sonrisa!

Son recuerdos duros cuando se ponen negro sobre blanco, pero nos han enseñado tanto…

¡¡¡Todos podemos aprender tanto!!!

Esperamos haber hecho un fiel reflejo o, al menos, una aproximación, de esta inolvidable vivencia y, de paso, ¡por qué no!, haberos conmovido.

Muchas gracias por vuestro apoyo.

 

Escrito por César González y aprobado por sus compañeras: Regina Valero, Maria Luisa Baranguan, Elena Guadalupe Corella y Marta Marín. 

Asociación Malawi Salud

Malawi Salud

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Resumen 2014 Wawitai

Estimados asociados:

En los primeros meses del año Julio Feliú nos anunció que a primeros de septiembre vendría a España, para descansar y recuperar fuerzas, además de visitarnos y darnos noticias de primera mano.  Como así fue.

También nos pidió ayuda para dar becas de estudios a jóvenes que no tienen recursos para costearse los estudios. Se han concedido cuatro nuevas becas, y estamos a la espera de que venga para concretar más apoyos a otros chicos y chicas con ganas de estudiar.

Sara desde Bolivia nos ha ido enviando correos calamitosos sobra las inundaciones ocurridas en la zona de Santa Cruz. Las ayudas que el gobierno boliviano les entregaba en alimentos, no se los van a entregar para atender a la población afectada. Por ello ya le hemos enviado toda la ayuda que teníamos asignada, y estamos a la espera de sus noticias por si las necesidades se agudizan.

Como veis estamos cubriendo las ayudas comprometidas en nuestros proyectos y tenemos recursos para poder cubrir otras necesidades venideras. Esto es gracias a vuestras aportaciones que siempre son bien venidas, pero más en las circunstancias actuales de crisis. Por ello os damos las gracias por mantener las cuotas y os invitamos a conseguir nuevos asociados entre vuestros familiares y amigos. Si aquí en España hay necesidades, imaginaros en el Tercer Mundo.

La herencia recibida el año pasado está dando sus frutos. Hace un tiempo se recibió la parte que nos correspondía por la venta del primero de los pisos. Esta donación ha sido muy oportuna, y hay que dar las gracias a nuestra benefactora Carmen Gracia Salas, que seguro que desde el cielo, estará satisfecha del uso que se hace de sus bienes.

Quiero levantar una bandera en defensa de nuestra asociación. Somos una ONG pequeña, que con nuestros limitados recursos solo podemos ayudar parcialmente a la guardería ¨El Ángel¨ como a la parroquia de Chinsapo, y ya no digamos al hospital Kamuzu.

Pero creo que es una manera más directa y con mejores rendimientos que otras macrooeneges.

Julio Feliú nos regaló un libro sobre la experiencia de un equipo médico español en Benín en el año 2010. Y leerlo me ha puesto los pelos de punta; al pensar en las durísimas vivencias que sufrió este grupo de personas y la situación tan desastrosa que viven las personas en este país. Donde el propio clero local, católico por más señas, se aprovecha de la situación de pobreza de las gentes, hasta límites insospechables aquí en España. Y eso que con la corrupción que tenemos aquí, vamos bien servidos. Pues en Benín, los corruptos son el clero, los médicos, auxiliares de enfermería, etc. Todos. Y todo  generado por la pobreza extrema en la que viven. Y de la que Occidente no somos inocentes, pues también nos beneficiamos, al menos algunas multinacionales.

Julio siempre nos ha dicho que la corrupción es un problema en Malawi, pero también nos ha dicho que el equipo humano con el que trabaja es honesto, y por supuesto que nos fiamos de Julio, y a las pruebas me remito de cuando en años pasados se realizaron visitas por miembros de nuestra asociación.

Casualmente hace pocos días una persona con la que hable de Wawitai y de nuestros proyectos, me comentó que conoce a una auditora de las Naciones Unidas, que fue a supervisar las escuelas que se habían  realizado en Haití, y resultó que no se habían hecho ninguna. Todas las constructoras del país se habían enriquecido sin hacer su trabajo. Y se encontraron con esta tesitura. O los denunciamos y nos pegamos 5 años en juicios para recuperar el dinero o, hacemos la “vista gorda” y volvemos a entregar dinero para las escuelas, esta vez con un control férreo de los contratados. Lamentable.

Pues creo que desde Wawitai, con pequeñas acciones podemos hacer mucho más que con grandes sumas de dinero que se desparraman entre los dedos de la burocracia, burócratas, la corrupción y el despilfarro.

Un compromiso del actual Junta es dar a conocer el estado de las cuentas todos los años, aquí tenéis  “Las cuentas claras” de la asociación a fecha 30 de noviembre.

Las cantidades que este año se han destinado a proyectos han sido las siguientes:

  • Guardería El Ángel, mantenimiento de 225 niños:  15.000,00 €
  • Hospitales de Malawi, medicamentos:                            11.160,28 €
  • Julio Feliú: becas, alimentos, diversos, etc:                   18.000,00 €

Tenemos la colaboración de un  periodista, que además es un nuevo socio y muy joven. Ha realizado una entrevista a la Dra. Carmen Ferrer, que aparece en páginas centrales del último boletín.

Como sabéis ONG Batan Masaya, recibió nuestro apoyo para la reconstrucción de un orfelinato que tiene en Filipinas, también recogemos un artículos en el último boletín de cómo avanza la reconstrucción.

Finaliza en año en nuestra asociación con la Asamblea General Ordinaria, celebrada el 16 de diciembre, donde se aprobó la memoria de actividades, situación económica, presupuesto para 2015 y el movimiento de asociados, ha sido mínimo; se han dado de baja 9 y hay 6 nuevos asociados.

Después de la publicación del anterior boletín, se han producido los siguientes eventos.

El pasado mes de Septiembre nuestro amigo Julio Feliú volvió a España. Ha estado hasta la semana pasada viajando entre Madrid, Cádiz y Zaragoza y otros lugares, para visitar a su familia y amigos. También ha aprovechado para hacerse una “puesta a punto”, ya que ha pasado por las manos de diversos médicos, y se ha ido a Malawi hecho un chaval.

Por nuestra parte, le hemos entregado, por transferencia, el dinero que teníamos reservado, y por lo que nos ha contado, le dará  muy buen uso destinándolo a: becas para estudiantes de formación profesional, ayuda al centro de mujeres de la parroquia, etc.

En el mes de octubre estaba prevista la marcha de un grupo de jóvenes profesionales de la salud a Malawi, pero como sabéis en ese momento las noticias sobre la epidemia del ébola estaba en la cúspide de los informativos, y aunque Malawi está lejos del foco epidémico, por prevención se redujo al mínimo posible el equipo humano. Solo se desplazaron con la doctora Carmen Ferrer, dos compañeras de muy alta cualificación con gran experiencia, para realizar el reparto de medicamentos.  En la asamblea nos contó la Dra. Ferrer la preocupación que supuso la inquietud que podría generar en las familias  y en las jóvenes profesionales la posible incidencia del ébola, aunque desde el foco de la epidemia a Malawi hay mayor distancia que a España. En la entrevista que le hace el socio Diego Moreno se refleja bien lo que ella nos contó.

Aprovechando el viaje nos trajo algo de artesanía, que se expuso en la asamblea y se vendieron algunas piezas.

Artesanía Malawi

Artesanía Malawi

En nuestra oficina también tenemos artesanía expuesta, que se puede ver y comprar directamente.

El pasado 21 de noviembre el Colegio de Médicos de Zaragoza nos hizo entrega de una subvención de 6.645 € para compra de medicamentos. Este premio es un reconocimiento a nuestra labor y especialmente al equipo médico que se desplaza a Malawi, por lo cual nos debemos de sentir agradecidos y al mismo tiempo orgullosos de colaborar en esta tarea.

Tenemos a la venta el nuevo calendario del 2015. El dinero que se saque es para sufragar parte de los gastos del viaje del personal sanitario que se desplaza a Malawi. Es una manera de manifestarles nuestro apoyo y afecto.

El boletín es el medio más amplio con el que la Junta se comunica con los asociados, y para mí es una tarea muy importante que no quiero dejar. En otros años se han editado más de 2 boletines; en este nos hemos quedado en 2. Durante el primer semestre hubo poca información, y sin embrago al final del año las noticias se han acumulado. También es verdad que de la edición solo nos encargamos Juan y yo, y nos gustaría que otros asociados participaran más activamente. Por lo que animamos a todo el que conozca alguien que pueda echar una mano, que se ponga en contacto con la Junta.

Hemos creado nuestra página web. En tiempos la cerramos para evitar gastos, pero ahora creemos que es necesario activar, pues se dice que quien no está en la red, no existe, y nosotros queremos darnos a conocer.

La vocal de la Junta Fabiola Ariza, está manteniendo contacto telefónico desde hace tiempo, con los asociados para actualizar los datos personales y las cuotas. Nos encontramos que algunos socios se cambian de domicilio y no nos lo comunican, o cambian de entidad bancaria, por ello os rogamos que nos actualicéis los datos personales y atendáis a nuestra compañera.

Sara nos ha comunicado telefónicamente que la guardería ha cerrado por las vacaciones de Navidad, pero se prolongará hasta finales de enero, para poder acometer la reparación de parte de la cubierta del edificio que las tormentas torrenciales de hace unos meses dejaron muy dañado. Estamos a la espera de si necesita nuestra ayuda económica para el pago de dichas obras.

Si recordáis en 2013 recibimos parte de una herencia, y estaba pendiente de venta un piso; pues  ya hemos recibido el dinero correspondiente, que engrosará la cartera de previsiones para emergencias en 10.049 €.

El jueves 18 de diciembre, recordamos a nuestro amigo y gran impulsor de nuestra asociación Luis Cuartero; la  familia celebro una misa en su recuerdo, en la Parroquia de Santa Rita, donde nos reunimos diversos asociados, familiares y amigos.

Solo me resta desearos que estas fiestas las podáis celebrar en familia y que sea un momento de regocijo y alegría interior, la que nada ni nadie os puede quitar.  Y que con el apoyo de todos podamos mantener, y si es posible incrementar, la ayuda a Malawi y Bolivia. Feliz Navidad y próspero año 2015.

        Ernesto Martínez Martín

Presidente de la Asociación Wawitai

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Julio Feliu visita Asociación Wawitai

 

Este mes hemos recibido la visita de Julio Feliu, misionero en Malawi. Pronto colgaremos las novedades que nos transmitió durante su visita.

Una parroquia que no sale a la calle a ayudar a la vecindad sobre todo a los que sufren, es una parroquia enferma. No es nuestra intención hacer ruido sino servir calladamente al barrio en el que vivimos y nos movemos. En una palabra imitar a Jesús que pasó haciendo el bien.

Julio Feliu M. Afr.