Queridas amigas y amigos todos:
Comenzado el nuevo curso 2015-2016, nos animan nuevas ilusiones, nuevos cambios y nuevas oportunidades de crecer y ser más felices. En Abobo como en Etiopía, casi con el nuevo curso estrenamos nuevo año. Aquí el calendario tiene trece meses y es diferente, así que… ¡Apenas hace una semana que entramos en el año 2009…! Una fiesta sencilla que nosotras celebramos llevando café y azúcar a las ancianas de la parroquia ¡Eso sí fue una gran fiesta…! Un año nuevo para la misma vida regada con la sangre de las penas y alegrías, dificultades y esperanzas. Nos toca a nosotros aprender de cada una de ellas.
Comenzamos el año recordando el grave abuso del alcohol entre la población. Los anuak especialmente. Hace un par de semanas trajeron a una madre de cinco hijos prácticamente muerta al centro de salud tras toda la noche en casa con una de las comunes tardes de borrachera… Contemplando la situación de tantas familias que esperan la cosecha de maíz y apenas tienen para comer cada día, me pregunto: ¿cómo en pleno siglo XXI tanta gente no tiene para comer…? Algo no va bien en este mundo, en nuestras sociedades y desarrollos. Nos da esperanza, quizá, lo bien que resulto el año pasado la distribución de maíz a las familias más desfavorecidas en un acto siempre de unión y solidaridad.
Por otro lado, estamos contentos de haber terminado bien todas las actividades del verano. Los jóvenes una vez más, enseñaron a los más pequeños en la escuela de verano y en la biblioteca, tanto en Abobo como en los poblados, y esperamos que estén un poco más preparados para comenzar el nuevo curso escolar. Seguimos adelante con la traducción de cuentos al anuak. Gracias a los apoyos hemos decidido crear algunos cuentos con los valores que queremos transmitir y los dibujos más acordes a la cultura anuak. Otra forma de apoyar a jóvenes del país que intentan promover la lectura con sus ideas e imágenes. Veremos como quedan los primeros cuentos verdaderamente anuak!!
Seguimos sin párroco pero la comunidad sigue adelante! Los jóvenes participaron con otros jóvenes en un festival juvenil de toda la región, en Gambella. Muy enriquecedor para todos. Del nuevo obispo para Gambella…todavía sin noticias. Hubo inestabilidad en los últimos meses, con muertes en enfrentamientos entre el gobierno y diversas regiones que reclaman más igualdad y derechos. En Gambella, tras la primera parte del año llevamos ya unos meses de tranquilidad y reconstrucción de la convivencia. Hablando de convivencia, un caso especial nos ha conmovido. La pequeña María (le pusieron el nombre las hermanas) nació hace ocho meses y su madre murió tras el parto por falta de sangre. Las hermanas la acogieron en su casa, donde viven decenas de personas por diversas circunstancias, y la han cuidado hasta que, finalmente han intentado devolverla a su padre. Este, un hombre solo, incapaz de cuidarla y con otra niña de cinco años a su cargo quería venderla. Un matrimonio del poblado, con seis hijos, ha aceptado acoger a María en su familia y cuidarla como una más. Fue emocionante. No lo pensaron ni un minuto y aceptaron con alegría. Los pobres nos siguen enseñando sobre la sencillez de la vida, la acogida y la generosidad…
Otra noticia de esperanza: ¡Ya van a ser 15 años de vida del proyecto Abobo y nuestra presencia aquí…! Lo celebraremos agradeciendo el gran servicio que ha dado este proyecto a tantísimas personas, a través de muchas otras que a lo largo de los años han trabajado en él. A los que lo comenzaron y a los que continúan apoyando aquí mismo, o en la distancia, a que sea posible. Gracias!!!
Yo me siento más del lugar últimamente ¡Pase mi primera malaria…! Siento que me ha unido más a este lugar, a esta gente, a lo cotidiano…! Y ahora sí que esperamos renovar por dos años más este proyecto, y seguir confiando en que el gobierno apoyará…, en las personas que vendrán…, en los trabajadores que irán creciendo en responsabilidad… ¡Y en todos vosotros, que seguís apoyando con tanto cariño esta presencia…!
Un inmenso abrazo a cada uno y un feliz inicio del curso!
Con cariño,
María