wAWITAI – Nuestra historia

1975 – El Embrión…

Fue en 1975…

El destino quiere que un grupo de chic@s de entre 18 y 20 años, concienciados de las enormes injusticias que asolan el planeta, se encuentren para compartir sus inquietudes.

Como es natural, forman parejas de novios. Algunas se preparan en la sede del Movimiento Familiar Cristiano para su futuro matrimonio, donde conocen a Luis Cuartero, capellán de las monjas de la clínica del Pilar y con quién surge una progresiva amistad que se va fortaleciendo con los años.

Y en la misma medida, el sentimiento de que su colecta mensual es insuficiente, un incómodo interrogante acerca de qué más hacer les increpa. Sobre todo en favor de algunos niñ@s para quienes, al parecer, no son de aplicación los derechos humanos que dicha carta preconiza.

1995 – WAWITAI – Nacimiento como Asociación

Pero en 1995 sucede un hecho que marca el punto de inflexión: Luís Cuartero viaja a Suramérica consecuencia de su nombramiento en la O.M.P. y en Bolivia visita un lugar que le conmociona: “La Guardería infantil El Ángel”,  fundada por Sara Romero, religiosa seglar del ISCE en 1982, quien realiza una encomiable labor.

Será nuestro primer proyecto de grupo y si bien desde aquel verano de 1995, se comienza a destinar los exiguos recursos de las colectas del grupo a sufragar dicha guardería, es el germen que dará su fruto un año más tarde: WAWITAI.

Y… ¿Por qué el nombre de Wawitai? En quechua, idioma de una buena parte de los campesinos de Bolivia,  “wawa” significa niño, “wawita”, niñito y “Wawitai”, mi niñito querido ¿Hay otro nombre más hermosos…?

Paralelamente, otros proyectos reclaman la atención de la joven Asociación y, de entre todos ellos, la labor de Julio Feliú, un Padre Blanco de Zaragoza volcado en l@s niñ@s y jóvenes huérfan@s a través de la parroquia de Chilinde, en los alrededores de Lilongwe, la capital de Malawi ocupará el segundo de los proyectos de WAWITAI que integrará varios apartados como “los niños huérfanos de la parroquia de Chilinde”, el  “Hospital de Mtengo Wa Nthenga” y la colaboración con el St. Mary’s “Orfanato de Chezi.”

También se decide promover el envío de contenedores y la posibilidad de que, quien así lo desee, pueda hacerse cargo de la manutención y formación de alguno a más niñ@s y jóvenes de la parroquia.

Finalmente, en la Asamblea General de 24 de Noviembre del año 2000, se somete a la asamblea por iniciativa de la Junta, constituir una nueva asociación de carácter civil que se denominaría Asociación WAWITAI (sin lo de “Misionera”) e integrar a la primera en la segunda como un asociado más. La propuesta es aprobada y una vez inscrita será esta ya quien continúe la labor.

Seguirán años de mucha actividad. Se envían más de veinte contenedores a África y se sufragan gastos de alimentación, formación, infraestructuras… Y no solo de los dos proyectos aprobados en la primera junta; “otros destinos en Malawi y otros países” se van sumando; la Asociación crece, crece el número de socios, crece el número e importe de entidades, empresas y corporaciones. Hospitales como El Servet, que a iniciativa de la Asociación en la persona de Milagros Peña, miembro de la Junta que trabaja en el Hospital y que se vuelca en que sea Malawi el proyecto elegido, inicia un proyecto de colaboración internacional con el “Hospital central de Kamuzu”  de Lilongwe. Aquella pequeña semilla plantada el año 1996, es ya al inicio del siglo XXI y años siguientes, un árbol de buena planta que da sombra y cobija las necesidades de un buen número de niñ@s y jóvenes del tercer mundo. Una gota en el mar comparado con lo que queda por hacer, pero una gota con la que hemos podido llevar la sonrisa a las caras de unos niñ@s que la tenían secuestrada.

2008 – La crisis…

Tampoco la alegría…

A partir de 2008, la crisis económica da al traste con las ayudas y donaciones de casi todas las entidades, empresas y corporaciones. El grifo se va cerrando poco a poco hasta no caer ni gota. Los asociados, afectados igualmente por el deterioro de la economía, causan baja en buen número. El Hospital Miguel Servet interrumpe y clausura sine díe el programa de colaboración con el sistema sanitario de Malawi… ¡Un caos…! Caos que al menos tiene una parte positiva y de admiración.

Carmen Ferrer y varias enfermeras que colaboraban y debían de colaborar en el proyecto clausurado por el Hospital Miguel Servet, deciden seguir con el programa por su cuenta y constituyen una Asociación denominada “Malawi Salud” con intención de recaudar fondos. Publican un calendario con el que consiguen los recursos para la estancia de las enfermeras. Los viajes comienzan pagándoselo ellas mismas y medicamentos, aparatos y otros bienes de uso médico y hospitalario, lo sufragan con ayudas proporcionadas por nuestra asociación WAWITAI, por sus propios asociados y por alguna ayuda que les concede el Colegio de Médicos y Ayuntamiento de Zaragoza de tanto en cuanto. Enhorabuena a est@s luchador@s por no caer en el desánimo y no abandonar una hermosa tarea de justicia.

Pero para la Asociación WAWITA pinta mal…

2011 – Vuelta a empezar…

Tan mal que en la Junta de marzo de 2011 se propone el cierre de la misma. Proposición que es desestimada y, en la misma asamblea, se toman medidas para la supervivencia. Luis Cuartero se ofrece como nuevo Presidente con ayuda de otros miembros; se renuevan otros cargos, se cambia el domicilio social del local donde estaba ubicada la Asociación a la oficina de Misiones que Luis ocupa en el edificio de la Iglesia, en la Plaza del Pilar, a coste cero; se trata de reducir gastos al mínimo necesario… Todo lo que permita, en la nueva realidad, intentar mantener la Asociación viva y los proyectos que la originaron, en marcha.

Aquel 2011 es un año de vuelta a empezar. Como el juego de la Oca. De nuevo a la casilla de salida. Y, aunque con renovada ilusión otra vez, lo cierto es que van a seguir años de estrechez económica; la crisis se instala en las economías de muchos países de los que España no es ajena, y tardará en remontar.

Como idea para hacerlo, se propone mejorar el canal informativo con el asociado. Tratar, al menos, de mantener los que hay y, en lo posible, recuperar los que se han ido u otros nuevos. Para ello se mejora la web de la Asociación y se inicia la publicación y envío a los asociados de un Boletín Informativo de carácter periódico contando la marcha de los proyectos e incluyendo una sección, “Las Cuentas Claras”, que refleje toda la información económica de la Asociación. Gracias a dichos Boletines de carácter trimestral al principio, semestral después, y desde 2016 cada mes de diciembre, la historia de WAWITAI está debidamente reflejada en ellos. En su web puedes ver, leer, o descargar todos y cada uno de dichos Boletines. También las actas de las asambleas.

La Actualidad…

Hoy, avanzado un cuarto ya del siglo XXI, sobreviven poco más de una centena de socios y, aparte de donaciones puntuales y alguna herencia milagrosa, se recaudan alrededor de 25.000,00€ al año que permiten mantener vivo el proyecto inicial de la Guardería El Ángel, que gracias a Dios ya no necesita de tantos recursos, y una parte del segundo: la de las Becas de formación profesional para los chaval@s de Chinsapo en el Colegio Don Bosco de Formación Profesional, en Lilongwe.

Aparte de estos dos, tres proyectos más reciben ayudas de la Asociación Wawitai en 2024.

Uno surge cuando, a la par de la crisis de 2008, el Hospital Miguel Servet abandona a la Asociación Malawi Salud y su colaboración con el Hospital Central Kamuzu de Lilongwe (Malawi) en el envío de enfermeras del Servet y provisión de medicamentos y equipo médico. Wawitai no puede permanecer impasible y decide colaborar con dicha asociación.

Otro, un “Centro de acogida para niñ@s y jóvenes en el poblado de Abobo” en Etiopía, gestionado por otra clériga seglar que pertenece al “movimiento ADSIS”, María Taboada; también de Zaragoza. Es a raíz de un encuentro fortuito entre María y Ernesto en la Eucaristía de un domingo de 2016 en la parroquia de Valdefierro, que el presidente de WAWITAI conoce la labor que María desarrolla en aquel poblado de la región de Gambella, en Etiopía. Mas tarde nos envía información de la labor que la comunidad desarrolla; y así, poquito a poquito nos vamos involucrando en otro hermoso proyecto hacia los pequeñ@s y jóvenes más desfavorecidos…   

Y por último, la “Guardería para niñas de la calle, ANKUR”, en los suburbios de Mira Road, India, donde trabaja la hermana Primi, también de Zaragoza. Una labor para dar cobijo, retirar de la calle y dar alimentación, cobijo y formación, a doscientas niñas abandonadas en un país, la India, donde estas niñas no valen absolutamente nada.

Aparte de éstos cinco proyectos que hay permanecen vivos, entre 2011 y 2024 se acometen algunos otros proyectos puntuales, como en la guerra de Ucrania, la tragedia de Filipinas o en situaciones extremas, como cuando el Covid…

La situación actual es como es. Casi todos los que empezaron la Asociación, ya no cumplirán los sesenta. El aire actual no propicia nuevos asociados en entidades de ayuda al tercer mundo; solo hace falta ver el número de trabajadores que las más importantes sacan a la calle en su afán de mantener sus proyectos. Tampoco en la Junta se sienten empujados por gente más joven que venga detrás para hacerse cargo de los cargos de dirección, que invariablemente se repiten año tras año.

Sombras y Esperanzas…

Por otra parte, los misioneros y responsables de los proyectos, con sus vidas a ellos dedicadas y de honradez absoluta, se van haciendo mayores. Sara falleció hace unos años, si bien ahora continúa su labor Isabel Vasquez, también del ISCE. Julio dejo Malawi en 2022 y descansa su salud en la casa que los Padres Blancos tienen en Madrid. Su labor en Chinsapo la continua un nuevo responsable de la Diócesis de Lilongwe, un responsable al que no conocemos ni existe alguna vía de colaboración posible, salvo para el tema de las Becas, que recae en Lloyd Herman, ayudante de Julio de muchos años y colaborador en el comité de estudios del Colegio San Juan Bosco. Gracias a él y a las gestiones que este 2024 se inician con el colegio directamente, este proyecto puede seguir adelante.

  Pero lo cierto es que poco a poco deben abandonar… Abandonar muy a su pesar lo que ha sido su vida entera. Ellos daban seguridad al correcto uso de las ayudas de la Asociación. Sin ellos, no existe la posibilidad de controlar dichos recursos. Es difícil acometer proyectos que no estén gestionados por personas que han dedicado sus vidas a los demás. Por eso ahora, se derivan las ayudas a proyectos que ya están gestionados. Y preferentemente, gestionados por misioneros, bien sean clérigos o laicos, pero consagrados a su misión. Si bien es cierto que viven la misma realidad: muchos de ellos no harán los sesenta ya.

No obstante, y sea lo que sea lo que el destino tenga a bien deparar a la querida Asociación WAWITAI, el ideario es el mismo que cuando empezó y, a estas alturas de la vida, una frase resume la historia de sus días:

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