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Guatemala

Desde hace un par de años aproxi­madamente, venimos prestando cier­ta ayuda a un centro de Guatemala ¿Por qué…?

La misma asociación que trabaja en la Guardería “El Angel” de Bolivia y a la cual venimos ayudando en el soporte de alimentación para los niños; y que fue uno de nuestros primeros compro­misos, inició una nueva andadura de características similares en Guatemala capital y nos han solicitado ayuda en varias ocasiones. Como ya os comen­tamos en otro boletín, inicialmente nos la solicitaron para la construcción de los edificios y claro; nosotros somos una entidad pequeña y nuestras aporta­ciones no llegan a ese nivel, pero les dijimos que en lo que se refiere a la manutención de los niños que la ne­cesiten podían contra con nosotros en la medida de nuestras posibilidades. y eso es lo que estamos haciendo…

Principalmente para la ayuda a mo­biliario del comedor y productos de ali­mentación…

Hace unos días, Ana Mª Pajares nos enviaba un correo de agradecimiento y algunas fotos…

“Muy buenos días Ernesto,

Me alegra mucho recibir noticias tuyas. Ahora mismo te envío unas fotos recientes de Guatemala: Fely acaba de volver de allí, ha estado 20 días visitando el proyec­to y acompañando a las Cruzadas; com­probando en directo toda la labor que se está haciendo allí y la cantidad de niños y familias a las que se ayuda, ¡y ha vuelto en­cantada! Te mando fotos del comedor y de las clases de apoyo. Alguna no tiene buena calidad…

Muchas gracias por vuestra colabora­ción en nuestro proyecto de Guatemala; gracias a vosotros, las Cruzadas pueden lle­gar a mucha gente necesitada. Seguimos dando gracias a Dios por todos nuestros bienhechores.

Un abrazo fuerte y nuestra oración por vosotros y vuestras necesidades.

Ana.

Os contaremos más en próximos bo­letines.

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Un año para la esperanza

Un programa piloto de vacunación contra la malaria.

Es probable que Malawi recuerde 2019 como un año importante en mate­ria de salud. Junto a Ghana y Kenia, el país ha introducido una vacuna antima­laria en el marco de un programa que coordina la OMS.

Tal y como informa la agencia EFE, con este avance se pretende reducir en un 40% el número de niños afectados. La OMS presentó el programa hace unos meses, en coordinación con el Gobier­no de Malawi, y se trata de la primera vacuna antipalúdica en el mundo. “Un hito”, según reconocen desde la propia Organización.

Y es que los datos son dramáticos. La OMS informa de que “el paludismo se cobra la vida de un niño cada dos minutos y sigue siendo una de las prin­cipales causas de muerte en el mundo. La mayoría de esas muertes se producen en África, donde más de 250.000 niños mueren cada año a causa de la enfer­medad. Los niños menores de 5 años corren mayor riesgo de sufrir complica­ciones que pueden poner en peligro su vida. El paludismo se cobra la vida de 435.000 personas al año en todo el mun­do, en su mayoría niños”.

Hay que destacar que esta vacuna (la RTS,S) “es la primera capaz de reducir drásticamente el paludismo entre la po­blación infantil”, según informa la Orga­nización Mundial de la Salud. Los ensayos clínicos realizados han puesto de mani­fiesto que la vacuna previene aproxima­damente cuatro de cada diez casos de paludismo clínico y tres de cada diez ca­sos de paludismo grave potencialmente mortal.

Lo cierto es que es un avance “prome­tedor” que va más allá de los progresos conseguidos con el uso de mosquiteros y otras medidas antimaláricas. “Necesi­tamos nuevas soluciones que permitan reencauzar la lucha contra el paludismo y esta vacuna nos ofrece un promete­dor instrumento para lograrlo”, afirmó el Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Este proyecto, recordemos piloto, bus­ca vacunar a unos 360.000 niños de los tres países y serán los ministerios de Salud los que determinen dónde se administra­rá la vacuna pero lo que es seguro es que serán zonas donde la transmisión de la enfermedad llega de moderada a alta. Posteriormente, se analizará “el descenso de la mortalidad infantil; la aceptación de la vacuna, incluso si los padres llevan a sus hijos en los plazos establecidos para que se les administren las cuatro dosis re­queridas; y la seguridad de la vacuna en el contexto de un uso sistemático”.

Es por tanto una medida más en la lu­cha antipalúdica. Una medida que debe sumarse a las recomendaciones de la OMS del “uso sistemático de mosquiteros tratados con insecticida, la fumigación de interiores con insecticidas y el uso oportuno de pruebas de diagnóstico del paludismo y su tratamiento”. El tiempo dirá si es la medida más efectiva hasta el momento pero sin duda esta vacuna marca 2019 como un año para la espe­ranza.

Por Diego Moreno Bermejo

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Creciendo… Por Carmen Ferrer

Este año, mantenemos nuestro compro­miso de permanecer en el Kamuzu Central Hospital con un equipo de dos enfermeras, una residente de enfermería pediátrica y tres residentes de pediatría.

Trabajaremos, enseñaremos, y cola­boraremos para mejorar el ambiente y la organización del servicio; siempre con el objetivo de continuar reduciendo la mor­talidad infantil.

Antes de ir, como cada vez, “comete­mos el error” de preguntarles si hay algo que necesitan con urgencia…

Hay que recordar que trabajamos en un servicio que puede llegar a tener 100 ingresos de niños al día, así que nos pi­den de todo, y a veces materiales un poco complicados: tubos de UCI, conexiones, piezas de laboratorio….

Desde hace tiempo intentamos comprar todos los suministros en Malawi, así aho­rramos costes de transporte, pero a veces nos piden estas cosas precisamente por­que no se encuentran en todo Lilongwe, de manera que las tenemos que comprar aquí, en Zaragoza, y llevarlas con noso­tros.

Este año continuaremos nuestra cola­boración con la neurocirugía pediátrica, aunque gracias a la iglesia noruega, ese servicio ha pegado un tirón, y nos van a necesitar menos. Sin embargo comple­taremos equipamientos que habríamos comprometido, y nuestros neurocirujanos se desplazaran a Malawi solo si hay casos especialmente complicados que allí no sepan resolver. Para ello no hemos com­prometido presupuesto Ellos pagaran sus gastos si se trasladan a Malawi.

Este año nos hemos planteado tam­bién dos nuevas mejoras, lo que nos hace ampliar también bastante nuestro presu­puesto, que hemos presentado al Ayunta­miento de Zaragoza para que nos apoye:

En una de ellas y para Navidad, una pe­diatra experta en nutrición, que ya estuvo como residente de pediatría en Malawi en 2017, va a implantar una nueva metodo­logía de nutrición que facilitara el trabajo de enfermeras y mamás. Es una mejora sencilla, pero fácil de implantar. Y renu­triremos a los niños con más facilidad y precisión.

En la otra y sobre todo, mejoraremos las instalaciones y equipamientos de un Centro de Salud de un suburbio de Lilon­gwe, que conocéis muy bien, Chinsapo.

Ya sabéis que la atención en el hospital es importante, pero más importante todavía la de la atención primaria; una vacuna puesta a tiempo evita la llegada a los hos­pitales de niños con complicaciones por el sarampión o por una difteria, y el segui­miento de las madres antes y después del parto es tan importante o más que el par­to en sí. Además, a Chinsapo le tenemos especial aprecio, es un barrio extremada­mente pobre, y allí está Julio peleando; eso es para nosotros algo muy valioso.

Aún no tenemos la aprobación del Ayun­tamiento, pero como somos ahorradores y vamos bien de dinero, si no nos apoya el Ayuntamiento haremos lo previsto igual­mente, aunque con un planteamiento un poco más ajustado; no nos gusta crear ex­pectativas e ilusiones y no responder des­pués a lo prometido. Dejaremos el Cen­tro de Salud muy presentable. Vamos a arreglar el techo, poner lavabos y puertas, pintarlo y decorarlo con murales de educa­ción para la salud.

Así que ya veis, seguimos, creciendo con prudencia y mientras tengamos fuerzas y el apoyo de tantas personas que confían en nosotros.

Muchas gracias, como siempre, Zikomo kwambiri.

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Abobo (Etiopía)

Hace algunos años que hablamos de la ayuda que la Asociación presta a Abobo. Para los cuentos; para algunas necesidades puntuales… Os preguntaréis qué es Abobo y donde está. Qué ocurre en este pequeño rincón del planeta para que estemos pendientes de el…

Bueno. Os contamos un poquito para que os hagáis una pequeña idea.

En la carretera entre Gambella y Pugnido se encuentra Abobo, un pequeño pueblo hecho de polvo, chozas y sonrisas. A pesar de estar en Etiopía, la mayoría de la población es de origen sudanés, porque está cerca de la frontera y son muchos los que buscan refugio para escapar de la guerra y el hambre. En un país donde la pobreza es endémica en las zonas rurales, los refugiados sudaneses se encuentran perdidos, sin puntos de referencia y sin ningún tipo de apoyo, excepto en los campos de refugiados que han surgido alrededor de Gambella.

Abobo se encuentra en la carretera principal, la única carretera asfaltada de la zona que el P. Filippo Perin, SDB, también utiliza para llegar a su misión, Pugnido.

En Abobo hay un centro de salud, que se inició en 2002 gracias a un grupo de voluntarios italianos y españoles junto con los salesianos de lugar. Hoy cuenta con unas 40 camas, un espacio dedicado a los niños enfermos y desnutridos, y una pequeña zona para la zona de mujeres en estado de gravidez.

El centro de salud es conocido por la población porque no solo acoge a los pacientes en sus pabellones, sino que también lleva a cabo una labor muy importante en el territorio. Las enfermeras del centro visitan las aldeas, vigilan la propagación del paludismo, invitan a las mujeres temerosas a acudir al hospital para hacerse exámenes médicos, luchan cada día contra la mortalidad infantil a través de un minucioso trabajo de prevención.

Tere, medico italiana y María, matrona zaragozana, que trabajan en el centro de salud de Abobo y nos hablan de su trabajo: “En nuestro pequeño centro nos comprometemos todos los días por la prevención y el tratamiento de las enfermedades endémicas, en particular tratando de ayudar a las madres y a sus hijos. La vacunación de las madres durante el embarazo, la prevención de enfermedades como la anemia, la hipertensión, el paludismo y diversas infecciones que también causan graves consecuencias para el recién nacido. Sin olvidar la importante actividad de los diagnósticos y las pruebas sencillas que se ofrecen de forma gratuita”.

El centro de salud sigue funcionando gracias a la solidaridad internacional que recibe. “No sabemos si mañana tendremos la suerte de recibir ayuda para dirigir este centro de salud -concluyen Tere y María-, lo único seguro es que mañana, como todos los días, llegarán madres con sus hijos para vacunarlos, habrá una mujer de parto y un niño necesitará atención médica urgente”.

El seis de diciembre María nos enviaba un Correo…

“Queridos amigos y amigas de Waitai, recibid un caluroso saludo desde Abobo.

El proyecto de las casas dignas surgió al ver las condiciones de vivienda que tienen muchas familias de Abobo sobretodo personas mayores o mujeres solas con hijos. La chozas tradicionales están hechas con el techo de paja que se va deteriorando con las lluvias y el sol fuerte y que casi cada dos años hay que cambiarlo. Despues de ayudar a bastantes familias durante unos años con este cambio del techo y ver que aun con todo las chozas se deterioran con el paso de los años, nos hemos decidido a ayudar a construir una casa un poco y más duradera a algunas familias de pocos recursos que realmente no podrian hacerlo por ellos mismos. Para poder acceder a esta ayuda cada familia debe aportar segun sus posibilidades. Algunas con hijos un poco mayores aportan cortando ellos mismos la madera que hace falta para las paredes, otras familias contribuyen para poner el barro final a las paredes para que no entre el aire y la lluvia y otras con algo de mano de obra de ayuda al constructor.

La prioridad son familias pobres, algunas que vienen con sus pequeños al programa de malnutrición y les conocemos de hace tiempo. Esta siendo toda una alegría y satisfacción ver a estas familias con sus casas dignas para los próximos años! Gracias a todos y todas por vuestra colaboración!

Esto es todo por ahora, pero os iremos contando más de este pequeño rincón y de lo poquito que nuestra Asociación pueda hacer por él…

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Ante la impotencia – Por Carmen Ferrer

Como os hemos ido contando, ampliamos nuestro trabajo en Lilongwe, y poco a poco la situación en el hospital cambia para mejor, pero siguen ocurriendo cosas terribles, que nos dejan la impresión de que nada avanza.

El primer equipo de este año, igual que los anteriores, ha de afrontar situaciones de una urgencia vital; una urgencia a la que no están acostumbrados. Es raro en España hacer reanimaciones cardiopulmonares a niños. Si son niños muy graves y terminales no se lucha inútilmente. Pocos niños llegan a urgencias en parada cardiorespiratoria.

Así que, a pesar de que en Lilongwe las paradas forman parte del día a día; dada la gravedad de los niños que llegan, las primeras reanimaciones son siempre un poco improvisadas: nada está en su sitio, no se encuentra el ambú, el niño no lleva vía a pesar de llevar un rato ingresado…

Pocos niños salen de una parada cardiorrespiratoria, así que esta vez, cuando la niña volvió a tener latido, cundió la euforia en el equipo “¡¡¡¡ha salido!!!”, se oyen los gritos…

Pero yo ya soy cauta, y me lo pienso antes de compartir la alegría “¿Respira…?”No. No respira. Su corazón latía pero no respiraba. Necesitaba un apoyo respiratorio a la espera de que mejorase de la enfermedad que había originado la parada, es decir, necesitaba un respirador pero no había, hay muy pocos en el hospital y estaban ocupados. Tras un rato largo de apoyarle con el ambú, los profesionales de allí nos dijeron que no tenía sentido mantenerla viva sin los medios necesarios, que no iba a sobrevivir y que si lo hacía sería en muy malas condiciones. Tuvimos que dejarle morir ante la mirada rota de la madre. Se me hiela la sangre en las venas de escribir esto. Otra muerte evitable. Otra injusticia…

Seguramente la bebé tenia una enfermedad infecciosa que no debería haber sido muy grave. Una vez curada estaría en unos días gateando tras su madre. Tenía 8 meses….. Quizá una diarrea, que tendría que ver con las malas condiciones de higiene en su casa; o con la falta de agua corriente y potable… Y su gravedad con la poca formación de una madre incapaz de darse cuenta de que su bebé se estaba poniendo muy mal; con el pensárselo dos veces antes de dejar a los otros hijos solos, las faenas pendientes y pagar el transporte; y las carencias en la atención de urgencia en el hospital… Llevaba ya horas allí cuando le atendimos….

Una amiga me decía, “habrá que respiradores”…

Pero no sé ¡Hay tantas cosas que cambiar!

Casi prefiero no pensar en todas ellas porque me puede la impotencia. .. No entiendo mucho de deportes, pero parece ser que en el futbol es importante mantener la posición y no ponerse todos a correr detrás del balón… Es posible que lo mejor que podamos hacer es seguir en nuestro puesto, trabajando lo mejor que sabemos, e introduciendo las mejoras que están a nuestro alcance.

El arreglo del centro de salud de Chinsapo de este año igual promueva que las mamas lleven a sus bebes a ese centro con más facilidad y confianza….

Informe de la Asociación en 2019

Lo primero un saludo para todos del Presidente y Junta de la Asociación.

Sin apenas darnos cuenta, otro año se nos ha ido con muchas de las cosas que queríamos hacer todavía en la carpeta de los temas pendientes, pero algunas si que hemos hecho y casi vencido el año, os queremos hacer partícipes de ellas.

Así esta siendo este 2019… Nuestra Asociación, como la vida, tiene sus momentos álgidos y de desánimo, pero en conjunto, procuramos ver el vaso medio lleno y seguir trabajando para llevar la ayuda que está en nuestras manos a los lugares que en estos momentos centran nuestra atención: Malawi, Guatemala y Etiopía…

Por poco que nos parezca, siempre es reconfortante ver cómo se consiguen satisfacer bastantes necesidades y cómo salen adelante los niños y jóvenes a los que se les ayuda.

Lo habréis visto escrito otras ocasiones: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”… Esto es justamente lo que intentamos desde Wawitai.

Desde Chiinsapo, Julio Feliú nos tiene al tanto de cómo los jóvenes sacan sus estudios y consiguen trabajos para ganarse la vida, en Malawi. Cómo los niños de la guardería se alimentan y están alegres y contentos. Las madres consiguen sacar adelante su familia, a pesar de las muchas dificultades y desdichas personales, que la enfermedad y las penurias que da la vida, en un país como este.

Recientemente nos pidió ayuda para la compra de una bomba necesaria para sacar agua del pozo. La anterior se había hundido e inutilizado. Conseguimos que la Delegación de Misiones de la Diócesis de Zaragoza se lo subvencionara con 3.000 €, y nosotros completamos la cifra hasta completar el coste del trabajo.

Por la doctora Carmen Ferrer de la asociación hermana Malawi-Salud, sabemos que siguen trabajando denodadamente para llevar ayuda al Hospital Central de Lilonwe. El personal del equipo médicos ya ha comenzado a viajar a primeros de noviembre. Se irán turnando en periodos de dos meses hasta cubrir ocho meses de trabajo.

Este año se han propuesto acondicionar un centro de salud en Chinsapo, como complemento a la actividad sanitaria que desarrollan en la zona. De esa manera conseguirán una atención temprana, antes de que lleguen al hospital los niños en situación desesperada.

Hemos presentado al ayuntamiento de Zaragoza un proyecto con la intención de conseguir su ayuda para el centro de sa… No hay respuesta de momento, pero quien sabe…

Carmen nos cuenta una situación impactante por la falta de respiradores en el hospital. Podéis leer su escrito más adelante… La situación es similar en Guatemala y Etiopía, con los matices propios de cada país.

Desde Guatemala nos envían unas bonitas fotos del comedor y de las clases de apoyo, donde se ve las actividades que allí desarrollan las mujeres del ISCEC. Ellas nos dan las gracias por nuestra colaboración, y nos dicen que de esta manera pueden llegar a mucha gente necesitada. Este año aportamos 2.500 € para compra de alimentos de los niños.

María Taboada, desde Abobo en Etiopia nos informa que con la ayuda enviada se ha conseguido acondicionar varias chabolas con cubierta de chapa, de manera que los jóvenes que reciben ayuda en la misión, al menos, tengan un hogar más confortable, procurando que además de la ayuda en alimento y estudios a chicos y chicas de la zona, sus casas reunan unas condiciones mínimas higiénicas. En este proyecto también hemos colaborado con 2.500 €.

Sobre Bolivia, supimos que Sara Romero ya no estaba al frente de la guardería, pero que seguía colaborando aunque había viajado a España. El último correo de Mirtha sin embargo de hace unos días nos cuenta que siguen adelante sorteando necesidades y que Sara ha vuelo y está trabajando con los niños.

También destacar que la situación ha mejorado tímidamente en La Paz. Algunos padres ya colaboran. Tambien el gobierno y otra asociación alemana… Parece ser que ya no precisan de tanta ayuda por el momento. O al menos no nos la piden.

Como cosa interna, comunicaros que, siguiendo con la política de reducir gastos innecesarios, hemos eliminado el teléfono fijo y solo mantenemos el móvil, (626 30 10 94) que, gracias a un asociado, que asume el coste de este, no nos supone gasto alguno. Esto se verá reflejado en la eliminación de gastos de teléfono en el próximo año.

Seguimos en la oficina de la Plaza del Pilar, mientras el Cabildo nos lo permita, y por ello desde aquí les damos las gracias. *(Actualización 2020: el domicilio ha pasado a la Parroquia de Valdefierro)

En este año 172 asociados hemos pagado una cuota y unos cuantos más son simpatizantes que, aunque no pueden pagarla mantienen contacto con la asociación.

Y como conclusión de este año queremos desearos de todo corazón una FELIZ NAVIDAD, que llenemos el mundo de detalles, que nos regalemos sonrisas, que salgamos al encuentro del otro, que adivinemos lo que otros necesitan, que llenemos la vida de fiesta y de amor, que pintemos el mundo de ternura y de color esperanza.