Un programa piloto de vacunación contra la malaria.
Es probable que Malawi recuerde 2019 como un año importante en materia de salud. Junto a Ghana y Kenia, el país ha introducido una vacuna antimalaria en el marco de un programa que coordina la OMS.
Tal y como informa la agencia EFE, con este avance se pretende reducir en un 40% el número de niños afectados. La OMS presentó el programa hace unos meses, en coordinación con el Gobierno de Malawi, y se trata de la primera vacuna antipalúdica en el mundo. “Un hito”, según reconocen desde la propia Organización.
Y es que los datos son dramáticos. La OMS informa de que “el paludismo se cobra la vida de un niño cada dos minutos y sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo. La mayoría de esas muertes se producen en África, donde más de 250.000 niños mueren cada año a causa de la enfermedad. Los niños menores de 5 años corren mayor riesgo de sufrir complicaciones que pueden poner en peligro su vida. El paludismo se cobra la vida de 435.000 personas al año en todo el mundo, en su mayoría niños”.
Hay que destacar que esta vacuna (la RTS,S) “es la primera capaz de reducir drásticamente el paludismo entre la población infantil”, según informa la Organización Mundial de la Salud. Los ensayos clínicos realizados han puesto de manifiesto que la vacuna previene aproximadamente cuatro de cada diez casos de paludismo clínico y tres de cada diez casos de paludismo grave potencialmente mortal.
Lo cierto es que es un avance “prometedor” que va más allá de los progresos conseguidos con el uso de mosquiteros y otras medidas antimaláricas. “Necesitamos nuevas soluciones que permitan reencauzar la lucha contra el paludismo y esta vacuna nos ofrece un prometedor instrumento para lograrlo”, afirmó el Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Este proyecto, recordemos piloto, busca vacunar a unos 360.000 niños de los tres países y serán los ministerios de Salud los que determinen dónde se administrará la vacuna pero lo que es seguro es que serán zonas donde la transmisión de la enfermedad llega de moderada a alta. Posteriormente, se analizará “el descenso de la mortalidad infantil; la aceptación de la vacuna, incluso si los padres llevan a sus hijos en los plazos establecidos para que se les administren las cuatro dosis requeridas; y la seguridad de la vacuna en el contexto de un uso sistemático”.
Es por tanto una medida más en la lucha antipalúdica. Una medida que debe sumarse a las recomendaciones de la OMS del “uso sistemático de mosquiteros tratados con insecticida, la fumigación de interiores con insecticidas y el uso oportuno de pruebas de diagnóstico del paludismo y su tratamiento”. El tiempo dirá si es la medida más efectiva hasta el momento pero sin duda esta vacuna marca 2019 como un año para la esperanza.
Por Diego Moreno Bermejo